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Guadix

Guadix, situada en la provincia de Granada, al pie de Sierra Nevada, es una de las ciudades más antiguas de España. Su rica historia, que se remonta a tiempos prerromanos, floreció especialmente con la llegada del Imperio Romano, y ha seguido siendo un enclave cultural, patrimonial y religioso clave a lo largo de los siglos.

 

Durante la época romana, Guadix era conocida como Acci, una ciudad federada que llegó a gozar de gran prosperidad. Fue un importante núcleo urbano en la provincia Bética, situado en una ruta clave entre Cartago Nova y Augusta Emerita (Mérida). Se distinguía por su actividad comercial, sus acuñaciones de moneda y su relevancia administrativa y religiosa.

 

Uno de los aspectos más notables es que Guadix fue sede de una de las primeras Diócesis de Hispania, fundada por San Torcuato, uno de los Siete Varones Apostólicos enviados por San Pedro y San Pablo a evangelizar Hispania en el siglo I junto a Santiago Apóstol.

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Con la caída del Imperio Romano, Acci pasó a manos visigodas, manteniendo su función como Sede Episcopal. Durante la dominación musulmana, la ciudad cambió su nombre a Wadi Ash, de donde deriva el actual “Guadix”.

 

En este periodo se consolidó como una importante medina andalusí, destacada por su actividad agrícola, comercial y su sistema de regadío avanzado.

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Guadix vivió un florecimiento cultural y urbano. Su medina fortificada, la alcazaba y la mezcla arquitectónica dejaron una huella profunda en la morfología actual de la Ciudad.

 

En 1489, Guadix fue conquistada por los Reyes Católicos, pasando a formar parte del Reino de Castilla. A partir de entonces, se reestructuró como ciudad cristiana. Se erigieron iglesias, conventos y palacios sobre antiguas mezquitas, y se reorganizó el trazado urbano.

 

 

En 1492 se restauró formalmente la Diócesis de Guadix, consolidándola como uno de los centros religiosos más antiguos y persistentes de España.

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Durante los siglos XVI y XVII, Guadix vivió una intensa actividad religiosa y cultural, como es el caso de la Catedral de Guadix, mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco, y símbolo de su identidad cristiana, mayor icono de la Ciudad.

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A lo largo de los siglos XIX y XX, Guadix enfrentó los desafíos de la modernización sin perder su esencia histórica. La ciudad destacó por su defensa del patrimonio y su identidad, manteniendo tradiciones y religiosas vivas, como son los Seises, fandangos o fiestas como Cascamorras, entre el mayor atractivo turísitico y cultural como es la Semana Santa.

 

Uno de los aspectos más característicos de Guadix es su barrio de cuevas, donde aún hoy viven numerosas familias, únicas en Europa.

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Guadix es una ciudad vibrante, orgullosa de su legado. Su importancia patrimonial se refleja en su conjunto histórico.

 

Guadix ha sabido combinar su pasado romano, andalusí y cristiano, la cual aspira a ser declarada Patrimonio de la Humanidad.

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